Proyecto “Biodiversidad Faunística en Ambientes Agropecuarios del Chaco Central”

El Chaco central es el hábitat de una gran variedad de animales salvajes. Todo habitante o visitante del Chaco ya ha visto algún animal salvaje, ya sea un zorro, un ciervo, un jabalí, un carpincho, un tapir, un puma, un jaguar, una serpiente u otros. Y si no haya visto estos animales en la naturaleza, todo el mundo conoce las hermosas fotos.

Pero conseguir captar una imagen de los animales salvajes no es tan fácil. Por eso, muchas personas del Chaco ya utilizan cámaras trampa con la esperanza de obtener buenas fotos de los animales. Las cámaras trampa se instalan en la naturaleza y si un animal entra en el área de detección de la cámara, el detector de movimiento activa la función de grabación y la cámara graba fotos o vídeos.

A lo largo de los años, se ha tomado un gran número de fotos de animales salvajes. La Cooperativa Fernheim también lleva unos 10 años recopilando estas fotos, sin aprovechar el uso de los mismos. Por ello, por iniciativa del Ingeniero Forestal del ATF, el Sr. Elvin Rempel, se elaboró un proyecto que está llevando a cabo la Fundación Ideagro en colaboración con la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Se trata de un estudio sobre la biodiversidad de la fauna en ambientes agropecuarios del Chaco central.

El objetivo de este proyecto es crear una red de cámaras trampa para estudiar mejor la biodiversidad de la fauna y defender la sostenibilidad de la producción local. Es que la producción en el Chaco es a menudo atacada por extranjeros, a pesar de que las tres Colonias Fernheim, Chortitzer y Neuland se comprometen conscientemente por una producción sostenible. Con las fotos recogidas de las cámaras trampa, los responsables esperan poder demostrar en tales situaciones que la producción sostenible y la protección de la biodiversidad animal son compatibles.

Según el Sr. Rempel, que presentó el proyecto junto con la Prof. Andrea Weiler de la FACEN en una reunión del 22 de junio, todos los interesados están invitados a participar en este proyecto. Se pueden inscribirse en el proyecto en la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) del ATF o SAP de la Cooperativa correspondiente. El único equipo necesario es una cámara trampa, que se coloca en la estancia o en cualquier lugar de la naturaleza donde se sospecha la presencia de animales salvajes. Las fotos pueden entregarse a la Unidad de Gestión Ambiental, donde son ordenadas y clasificadas. Posteriormente, las fotos se envían a la FACEN.

Como explicó la Prof. Andrea Weiler, profesora de biología de la UNA, las fotos de los animales salvajes serán evaluadas en la FACEN por su equipo y cada participante del proyecto recibirá un informe detallado con la evaluación de sus cámaras. Los resultados generales de este proyecto también se pondrán a disposición del público en forma de informes científicos en el futuro.

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